jueves, 25 de octubre de 2018
ILUSTRACIÓN AVANZADA / GUIÓN PARA HISTORIETA I
TÉCNICAS PARA LA ELABORACIÓN DE UN GUION PARA HISTORIETA
Oscar De Majo
Introducción
Muchas veces se piensa que, sobre todo en la historieta, no es necesario un guion. Muchos creen que un buen dibujante puede reemplazar la figura del guionista e incluso que puede ir armando una buena historia a medida que va haciendo los dibujos que la componen. Otros, sin llegar al extremo de eliminar al guionista, piensan que el guion de la historieta es un simple borrador, para el que no se requiere ni experiencia ni talento, y que el dibujante es el principal artífice de una buena historieta.
La pretensión de este trabajo es rescatar la necesidad de la existencia de una serie de técnicas para elaborar un guion y aplicarlas específicamente a la historieta. Esto, sumado a cientos de horas de lectura de grandes guionistas y una inmensa dosis de talento, puede ser una clave para escribir una buena historia.
Definición y aspectos del guion
Existen varias definiciones de guion: la más simple dice que es la forma escrita de cualquier proyecto audiovisual (cine, video, televisión, radio, fotonovela, historieta). Syd Field (The Screen Writer's Work Book, Nueva York, Dell Publishing, 1984) lo define como una “historia contada en imágenes, diálogo y descripción, dentro del contexto de una estructura dramática”. Lo cierto es que el guion no es solamente un texto literario. La presencia de la imagen lo convierte en el principio de un proceso visual y no el final de un proceso literario. Escribir un guion es incorporar a la escritura los movimientos y las inmovilidades, las imágenes y los sonidos, lo visible y lo que se mantiene invisible a la vista. Jean-Claude Carrière dice que “el novelista escribe, mientras que el guionista trama, narra y describe” (El guion: arte y técnica de la escritura para cine y televisión, Buenos Aires, UBA, 1997).
El guion es el heredero por excelencia del texto dramático y comparte con él la mayoría de sus características. Por lo tanto, el guion poseerá segmentos narrativos, descriptivos, explicativos y dialogales, con características comunes con estos tipos textuales, pero otras propias que lo distinguirán y alejarán de ellos.
Según Doc Comparato, todo guion (sea cual fuere el soporte en el que se plasme) presenta tres aspectos esenciales:
Logos: la herramienta de trabajo del guion es la palabra, que le dará forma y lo estructurará. El logos es el discurso, la organización verbal, los diálogos.
Pathos: la historia de un guion provoca alegría, tristeza, identificación, un efecto que afecta a las personas. El phatos es el efecto dramático que ocasiona el conflicto que se presenta en un guion.
Ethos: la enunciación del mensaje de un guion lleva siempre implícita una intención, un significado último. El ethos es lo que se quiere decir con la historia, la razón por la que se escribe, sus implicaciones sociales, políticas, existenciales.
Etapas en la elaboración de un guion
Se presentan varias partes en la elaboración de un guion, antes de acceder al guion final o definitivo.
Idea o tema
La primera etapa es la idea o tema que se quiere desarrollar, que generalmente no se escribe, sino que simplemente se selecciona, se verbaliza, se reconsidera, se transforma, hasta ser adoptada en forma definitiva. Sería algo así como la etapa previa al inicio de la escritura del guion. Las ideas pueden ser, por ejemplo, los incendios en el sur argentino,
los chicos de la calle, la historia de un justiciero enmascarado, etc.
Story line
La segunda etapa, a la que se conoce con el nombre de story line, la constituye la descripción, con un mínimo de palabras, del conflicto central de la historia. Debe contener lo esencial del conflicto que vamos a desarrollar. El story line se constituye en la primera etapa escrita en la elaboración de un guion, en la primera parte propiamente dicha. Responde a la estructura básica de un texto narrativo tradicional: presentación del conflicto, desarrollo del conflicto, solución del conflicto; o sea: introducción - nudo - desenlace, o introducción - complicación - resolución. El story line representa el qué (conflicto elegido).
Veamos un ejemplo de idea story line ofrecido por Graham Greene:
Idea: “Fui al entierro de un amigo. Tres días después, él caminaba por las calles de Nueva York”.
`Story line´: “Jack va al entierro de su amigo en Viena. No se resigna, investiga y termina descubriendo que su amigo no ha muerto: está vivo y fraguó su propio entierro porque era buscado por la policía. Descubierto por la curiosidad de Jack, el amigo es abatido por las balas de la policía”.
De esta idea y este story line surgió el argumento de la película El tercer hombre.
Sinopsis o argumento
La tercera etapa la constituye la elaboración de la sinopsis o argumento. Esta sinopsis no necesita contener todavía todos los hechos, pero los que estén deben bastar para lograr una narración completa de los acontecimientos. Aquí se deberán incluir los tiempos en los que ocurrirá la historia, los lugares, los personajes que serán sus protagonistas, coprotagonistas y antagonistas, etc. La sinopsis es la expresión escrita del alma de la historia. Así como el story line representaba el qué, la sinopsis representa el cuándo (la temporalidad del conflicto elegido), el dónde (la localización de dicho conflicto), y sobre todo el quién (los personajes) y el cuál (la historia que vamos a contar).
Con la sinopsis entramos en la etapa del preguión. Incluso, muchas veces, una sinopsis puede ser guionizada por otro escritor, por lo que siempre debe ser clara, fluida y estar bien redactada, además de sugerente y atractiva. Debemos lograr que la sinopsis “pida” los diálogos y las imágenes que le faltan, “exija” la concreción del producto final.
Por su extensión, podemos dividir entre sinopsis grande (de tradición europea, más extensa) y sinopsis pequeña (de tradición norteamericana, más corta, elaborada sobre todo pensando en posibles productores o “sponsors”).
Estructura
La cuarta etapa es la construcción de la estructura, donde comienza la acción dramática del guion. Para trabajar la acción dramática se hace necesaria la elaboración de una estructura (escenas, secuencias, cuadros, determinados por el cambio de espacio, la participación de uno u otro personaje; algo que sucede en un sitio o en un momento preciso, o a alguien en particular). La estructura es, en definitiva, la fragmentación del argumento en partes. Representa el cómo (de qué manera vamos a contar el conflicto). Todavía no llegó el momento de los diálogos. Seguimos en la etapa del preguión.
Borrador
La quinta etapa será la de la elaboración del borrador del guion. En esta etapa se completa la estructura con la incorporación de los diálogos. Muchas veces, en los guiones de televisión, por ejemplo, se incorpora en este momento la figura de un “dialoguista” diferente de la del “guionista” propiamente dicho (como podemos ver en la mayoría de los programas de televisión de la productora POL-KA, de la televisión argentina). Con la incorporación de las palabras, la escena (secuencia o cuadro) se abre, se desarrolla y se cierra, en forma completa, por lo que podemos establecer ya los tiempos reales dentro del guion. Esta etapa representa el cuánto (el tiempo que se tarda en contar el conflicto).
Con la incorporación del diálogo llegamos al lenguaje esencial del guion. Es el verdadero desafío para el guionista; el momento en que se verá si puede llevar realmente a un buen término su idea inicial (por eso a veces debe recurrirse al “dialoguista” que mencionamos más arriba). El diálogo es el cuerpo de comunicación del guion, el que caracteriza a los personajes y nos revela sus sentimientos y su forma de ser y de pensar, el que nos da información sobre la historia y la hace avanzar. Resumiendo, el diálogo es la acción del personaje ante una situación determinada. En historieta, el dialogo es muchas veces auxiliado por otros recursos gráficos que van más allá de la palabra.
Guión final
Cuando este borrador de guion sea revisado por los responsables finales del producto (director, productor, dibujante, realizador), que harán sus críticas y sus aportes (puede haber dos, tres, varios borradores), se llegará al guion final o guion propiamente dicho. Sin embargo, en realidad, estamos en presencia del “guion literario”. Todavía faltaría una última etapa para llegar a la guía definitiva para la realización del producto final.
Guión técnico
Esta última etapa es la elaboración del guion técnico, en el que se incorporarán (dependiendo de si es un guion para cine, para historieta, etc.) movimientos de cámara, planos o ángulos a tomar, sonidos (ruidos, música, efectos especiales), iluminación, detalles de vestuario o decorados, indicaciones al dibujante, al colorista, etc. Este último guion es completado por el equipo de realización del producto final, y no es tarea del guionista, aunque (como veremos más adelante) en el caso de la historieta también el guionista asume este rol.
Para entender la importancia del guion en la elaboración de un producto acabado, nos parece interesante citar un comentario formulado por el realizador y guionista de cine Joseph Leo Mankiewicz, que, cuando le preguntaron cuánto tiempo tarda en hacer un film, dijo que precisaba “dos años para escribirlo, dos meses para rodarlo, dos semanas de montaje, dos días para su acabado final, dos horas para ver el resultado y dos minutos para olvidarlo”. (Romaguera i Ramió, Joaquim. El lenguaje cinematográfico, Madrid, Ediciones de La Torre, 1991).
Estructura y formato del guión
En general, el guión técnico copia su estructura de la obra de teatro, de la que es heredero. En la obra de teatro suelen ponerse los nombres de los personajes, seguidos por dos puntos o punto y guion, en mayúsculas, y después el texto de los diálogos. Las acotaciones se colocan después del nombre del personaje y el signo de puntuación elegido, entre paréntesis y, generalmente, todo en mayúsculas, para diferenciarlas del resto del texto.
En el guion suele seguirse la misma estructura para indicar la intervención de un personaje, con la salvedad de que lo que se destaca (en mayúsculas, en negrita o de alguna otra manera) suelen ser los diálogos, y no las acotaciones. También, el guionista puede optar simplemente por el guion de diálogo y la letra destacada para introducir cada personaje, siempre que esto no cree ambigüedad.
A pesar de que hoy en día se impone el guion americano, que se escribe corrido en la página, alternando diálogos e indicaciones, el guion tradicional o europeo se presenta en páginas divididas verticalmente en dos columnas:
en una de las columnas (habitualmente la derecha) figura el guion propiamente dicho;
en la otra columna (habitualmente la izquierda) se detallan el número de la escena o secuencia, la identificación (exterior o interior, lugar, día o noche), la apariencia de los personajes (vestuario, conducta –aunque en algunos casos esto figure en el cuerpo central del guion–) y, si es necesario, planos, movimientos, ya que muchas veces el guionista sugiere enfoques o detalles que parecerían corresponder al guion técnico, pero que él considera fundamentales en el desarrollo del guion. Si se trata de un guion de historieta, esta última indicación debe figurar obligatoriamente.
Como dijimos, a pesar de intervenir en él la mayoría de los tipos textuales, todo guion se basa en una narración, en un “cuento”. Sin embargo, el estilo narrativo de un cuento es totalmente diferente al de un guion.
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